Tal vez por ser pisciana, hablo más del mar, o al menos con gran frecuencia, y si pueda que tenga razón, lo que si se que es muy cierto, es que la calma del mar me trae recuerdos tan pero tan vívidos; que siento que si no viajo al mar a buscarlos, no puedo recordarlos nuevamente.

Hoy frente a esta gran inmensidad, viéndola desde mi ventana, te sueño distante, muy distante, intento buscarte en la inmensidad, y mi memoria no te trae consigo, es algo que no puedo explicarlo, me siento como si poco a poco te ido perdiendo, aun cuando ni siquiera te tuve un segundo.

Solo te vi profundamente una vez, a pesar que hablaba contigo con frecuencia, en estos tiempos de virtualidad donde las pantallas son las protagonistas y los sentimientos no se pueden observar a simple vista.

Te conoci por mera casualidad, si lo hubiese planeado no hubiera ocurrido, simplemente te encontré allí, y por alguna razón empezamos a hablarnos y entre las dudas, y las preguntas con respuestas profundas y miradas juguetonas nos vimos envuelto en un viaje en la distancia que parecía no parar, pero si, si paró, de un momento a otro sentí que el viaje se detuvo, no se como ocurrió, mucho menos reconozco el por qué, lo que si es cierto es que hoy estoy aquí y no te tengo, no te puedo encontrar, aún a tan solo unas líneas de saludo, tu corazón no se conecta conmigo, no logro descifrarlo, siento que ya no estás y mi alma se siente desvanecida, y no lo entiendo, es solo una sensación que embarga mi ser y por primera vez siendo yo una mujer tan realista y empoderada, hoy me envuelvo en mi vulnerabilidad, porque no encuentro respuestas, no encuentro un inicio, tampoco un fin, solo encuentro incertidumbre, y quisiera justificar este silencio tan aterrador, pero en mi está una lucha entre la razón y el corazón, que se contradicen para darme una respuesta que tal vez tampoco sea la correcta.

Mirando al mar, solo pienso en mi casualidad, en la posibilidad de haberme encontrado contigo, aquí, en los pocos recuerdos que atesoro contigo, las pláticas largas antes de irnos a dormir, en aquellas frases cómplices que me hacían reír, y aquella sensación de seguridad que un día me mostraste y a la cual me aferré sin mirar atrás; ahora no se si estas o no, si solo es una sensación personal y que prontó volverás, o si por el contrario nunca fuiste y por eso ya no estás.

No se que pedirte amado oceáno, amado mar infinito que lees mi corazón cada vez que me sumerjo en tus aguas cálidas y vibrantes, no se que decirte, que espero que sea esto y en que pueda convertirse, solo se que aunque nadie sepa lo que escribo, siempre escribo para ti y para mi, porque a través de mis letras, el sonido del teclado llega a ti a través de la brisa que lleva a tus aguas y te entrega mis lágrimas para no tener que llorar yo, porque una vez me prometía y te prometí que mis lágrimas ya no serian por dolor, seria por felicidad y pasión, mientras tanto, te llevarás mis lágrimas conmigo, las enjugaras y las dejaras en la arena y me llenarás de valentía para seguir adelante, como lo estoy haciendo mientas te escribo, sigo adelante y lo suelto al universo, esperando la mejor versión de mi futuro. 

Gracias querido mar, por cada vez que escuchas mi espíritu susurrándote mis sentimientos más profundos, tan profundos como tu inmensidad.

Siempre tuya mi querido horizonte

Yfi Moreno!